jueves, 12 de agosto de 2010

Los Primeros Días:

Los primeros días fueron interesantes... Cada momento me sentía más fuerte, con menos molestias y el hecho de estar acostada sin poder moverme mucho es lo que me frustraba un poco, los momentos en que las enfermeras me daban un baño eran los más relajantes para mi espalda!!! Y las noches, al parecer eran muy frías en esos días pero la calefacción en mi habitación hacía que yo no sintiera nada. Una noche me sentí con un poco de palpitaciones y llamaron a la doctora de guardia, todos desesperados llamaron a mi médico quien al poco rato vino a verme A LAS 3 DE LA MADRUGADA!!! Por suerte no era nada, solo un poco de agitación por estar acostada mucho tiempo y algunos movimientos me agitaron aquella noche, entonces el médico me recomendó que hiciera los ejercicios de inspiración con el inspirómetro para poder evitar esa agitación al respirar... Mi presión estaba normal al igual que mi temperatura...
Con tranquilidad pasé los días y las noches siguientes, sin mayores sobresaltos, la única molestia era el no poder moverme para ningún lado y dormir en esa posición molestaba, un par de veces las enfermeras debieron alzarme más porque me iba deslizando y al dormir esto me agitaba pero al mejorar mi posición todo volvía a estar muy bien... Mi respiración, mi pulso, todo estaba perfecto...!!! Y como decía mi mamá, creo que vimos TODAS LAS NOVELAS que pasan ya que no teníamos otra cosa que hacer!!! Ya no veía la hora de volver a casa... sabía que me tendrían ahí hasta el sábado aproximadamente así que tenía que poner todo de mi parte para que esto fuera así.
El viernes finalmente me sacan la sonda vesical, esto hacía que fuera mucho más fácil y prácticamente obligatorio que comenzara a levantarme... Comencé a dar mis primeros pasos, la sensación era muy rara, un poco aturdida, mareada pero finalmente dando mis primeros pasos. La cara de espanto que puse cuando fui llegando al baño y el gran espejo me mostró la realidad: MI CABELLO ERA UN DESASTRE!!! de tanto cambio de camilla a cama y de cama a camilla, de alzarme y bajarme y moverme de aquí para allá, mi cabello parecía una PELUCA AFRO!!! ya lo había sentido con los dedos, pero no me imaginaba que era DE TAL MAGNITUD!!! Estaba increíblemente enredado, imposible de peinar o arreglar!!! solo podía lograrse tal hazaña con mucho acondicionador!!! Pero bueno, me dije a mí misma que todo sería a su tiempo...
Ya a la noche mi médico vino a examinarme de nuevo y me vio mucho mejor, el pronostico era alentador, al día siguiente ya podría irme a casa!! Así que aquella noche traté de dormir lo mejor posible para poder amanecer bien y con fuerzas... A pesar de estar todavía con náuseas, pasé bien la noche... Y a la mañana una de las enfermeras se ofreció a darme un baño ya en la ducha y ayudarme con la MARAÑA de cabello que tenía... Acepté con muchas ganas... Pero antes de eso las náuseas fueron muy fuertes y volví a vomitar pero esta vez ya no era sangre ni en tanta cantidad... Por suerte era solo un poco de líquido color rosa más bien parecía una mezcla de los tés que me tomé con agua y un poco de líquido gástrico... pero esto alarmó a mi mamá y las esperanzas de volver a casa ese día se disiparban...
A pesar de ese revéz, tomé un baño ya estando de pie, con ayuda de la enfermera, quien me ayudó con mi cabello, me lo lavó e INTENTÓ desenredarlo aunque no lo pudo, al salir del baño fue mi mamá quien me desenredó el cabello con muuuuuuucha paciencia... poco a poco mi cabello volvió a ser lo que era antes de entrar a cirugía...
Aproximadamente a las 11 de la mañana mi médico fue a verme y le dimos la noticia y como habíamos conservado lo que había echado pero gracias a Dios no era nada de qué preocuparse. Él decidió que nos quedaramos hasta la tarde o si alguna preocupación se presentaba podríamos quedarnos hasta el día siguiente... La idea no me pareció muy interesante, pero admito que mi salud es más importante así que acepté lo que había propuesto el médico.
Aquella siesta fue taaaaaaaan aburrida, el silencio que reinaba todo aquel lugar un sábado a la tarde, ni siquiera los habituales sonidos de los colectivos sobre Pettirossi ni los movimientos del mercado... era sábado a la tarde... No pasaba nada... Luego de un rato recibí unas visitas y eso hizo que la tarde fuera más amena...
Cuando las visitas se retiraron volvimos a quedar solas mamá y yo... Luego volvió mi médico a revisarme y finalmente, simplemente y de sorpresa ME DIO EL ALTA!!! No podíamos creerlo... por fin me sacaban la vía y el drenaje, por fin iba a poder moverme por lo menos mínimamente en la cama, cambiar de lado al dormir!!! Así, nos preparamos para salir de aquella que fue nuestra casa por tantos días que parecían una eternidad...

No hay comentarios:

Publicar un comentario